Ensayo
LA ESTÉTICA ME JODIÓ LA VIDA…
Por lo menos al principio.
La concepción social de la estética, por lo menos en nuestro entorno occidental me jodió la vida, me enmarcó, acomplejó y me definió como artista y como persona del común, por lo menos al principio… esa estética ligada a la belleza o a la vanidad, establecida por estereotipos del momento, que pueden variar desde un peinado, hasta el trazo perfecto de una obra hiper-realista. Lo que quiero decir realmente es que me convirtieron en alguien diferente y a veces segregada, tanto poética como prosaicamente en lo que a estética se refiere.
Bueno… y antes de caer en un discurso dramático de exclusión, y llevar a la realidad mi oficio (escénico), vayamos a lo tácito, a los conceptos, al objetivo de este ensayo, que no es más que asumir la re-evaluación de la estética y aceptar su evolución en lo que arte y cotidianidad respecta, empecemos.
Conceptos:
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El término estética deriva de la palabra griega aisthesis, que significa sensación, conocimiento obtenido a través de la experiencia sensible. Sin embargo, hoy en día se refiere a una rama de la filosofía que se ocupa de analizar y resolver todas aquellas cuestiones relativas a la belleza y al arte en general. Ciberous (2002 - 2013).[1]
Teniendo en cuenta el anterior concepto podemos decir que la estética es la experimentación del sentir (sentidos), aquello que percibimos de nuestro entorno o mejor dicho (hago la salvedad me encantó este):
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“… es decir, el objeto estético es el resultado del intercambio que un cuerpo sensible establece con un objeto específico, por lo que es posible afirmar que lo estético es aquello que exterioriza el sujeto a través de su sensibilidad en la relación con el espacio: “La Estética se define como el estudio de la facultad de sensibilidad y se constituye en dos campos: el de la poética o estudio de la sensibilidad artística, y el de la prosaica o estudio de la sensibilidad cotidiana”” (Mandoki, 1994, p. 83).[2]
Comprendiendo estas definiciones, la percepción de la estética desde su puro concepto u origen lingüístico, me hace considerar que tenemos una percepción impresionantemente limitada, entonces desde la noción artística o poética estamos sesgados a composiciones, formas, colores, ritmos, movimientos, olores y en general sensaciones definidas de forma tajante y poco profunda, lo que me lleva a entender que dependemos de ese tan mentado tiempo/época que no nos permitió sentir un poco más, y bueno tampoco es posible establecer culpables (aunque sí responsables), ya que, cómo le pides cerezas a un manzano, nos hicimos de lo que hay, de las posibilidades que tenemos en nuestro entorno más próximo, nos nutrimos de lo que se pudo, o por lo menos algunos no tuvimos mucho más que aquello sagrado, aunque no siempre pertinente, la herencia de las percepciones adquiridas por nuestros antecesores, claro, nos hicieron más cortos los caminos, y ayuda, pero no pudimos observar, probar, oler, sentir y definir por nosotros mismos muchas cosas, por lo menos yo, en lo que respecta al arte, seguí las percepciones de mis maestros al pie de la letra, y aún a veces contesto : - Asi se hace, por que así dicen los grandes que se hace, osea… nos hicieron creer que aquellas técnicas y formas de ver el mundo eran la verdad absoluta y no era muy buena idea intentar o expresar algo diferente.
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Para continuar es importante dejar claro que para mi la estética está en todo, somos una amalgama de conexiones y posibilidades, no hallar algo bello o valorable (desde la percepción de la cultura actual), es imposible, cada espacio-tiempo tiene la opción de convertirse en una estética poética, estudiada, trabajada, aplicada e impresionante, y lo demuestra claramente el tan mentado arte pos moderno, contemporáneo, o simplemente moderno, o las nuevas tendencias y géneros que no logran clasificarse por su inmensa pluralidad, con sus innumerables materiales, ritmos, texturas, colores… realizados en lugares cotidianos que se convierten en sagrados, dibujados con materiales comunes que antes solo untaban o tenían una función simple, objetos viejos y desechados usados en un performance, o las palabras de un literato describiendo una lata de gaseosa vacía, las obras que se genera gracias a códigos binarios o bajo sonidos sintéticos, inmersos en las nuevas tecnologías, esa, la nueva estética, la expandida.
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“La configuración de los discursos visuales durante la última mitad del siglo XX, obliga a abordar la transición de la modernidad hacia nuevas propuestas desde diversas perspectivas, donde no sólo se observan los cambios o evoluciones de los lenguajes meramente visuales, sino que se reconoce que el fenómeno tecnológico ha afectado de forma determinante la estructuración de los procesos creativos, cada vez más acelerados, y cercanos a romper los límites que determinan estas vanguardia”.[3]
En otras palabras juzgar desde alguna técnica purista o incluso a la estética prosaica de forma totalitaria o bajo una solo vertiente no es más que una contraposición a la evolución del arte y de la sociedad misma, sin embargo, tengo conciencia del riesgo que se corre al dejar totalmente abiertas las posibilidades de creación, tema que genera controversia y grandes enfrentamientos, ya que da a la creación la posibilidad de ser acreditada como arte, sin tener el estudio, el rigor y sobretodo el objetivo de sensibilizar y tocar a los receptores.
De esta manera considero que hay que sacar provecho y dar lugar a lo establecido, a lo logrado históricamente, a lo heredado y con mucho esfuerzo logrado, sin perder la posibilidad de experimentar, es decir combinar la estética poética y la prosaica con el fin de darnos la posibilidad de ser, sentir y disfrutar la coyuntura histórica y la transformación del arte y la vida misma.
[1] Ciberous (2002 - 2013). Ciberous.com, recuperado de: http://cibernous.com/glosario/alaz/estetica.html
[2] Suescun, J. (2015). CONTEXTOS DE SENSIBILIDAD EN LA VIDA COTIDIANA. 2da ed. Medellin - Colombia, p.9. recuperado de: https://cienciashumanasyeconomicas.medellin.unal.edu.co/images/revista-estetica-pdf/segunda_ed/3.contextos.pdf [Acceso 23 Sep. 2018].
[3] Rincón Rosales, M. (2009). Mutaciones de discursos. Nuevas visualidades en el Arte Contemporáneo. Revista de Artes y Humanidades UNICA, 10 (1), 38-60. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=170118870003